jueves, 31 de mayo de 2018

Consecuencias


Consecuencias

Investigaciones realizadas por (PLP Psicólogos en el año 2017) Este trastorno neuropsiquiátrico se caracteriza por la aparición de tics físicos y vocales que pueden ser simples o complejos. Es un problema que, por lo general, aparece asociado a:

– La hiperactividad.
– La ansiedad.
– El trastorno obsesivo – compulsivo.
– La depresión.
Lo habitual es que estos movimientos involuntarios o reflejos empiecen a desarrollarse durante la infancia, llegando a ser problemáticos en la etapa de la adolescencia. Esto se debe a que los jóvenes, debido a estos tics, comienzan a tener problemas de tipo social-afectivo. Al ser un trastorno hereditario no existe una cura definitiva para el síndrome de la tourette. No obstante, sí se pueden minimizar los movimientos reflejos con:
1. Terapia cognitivo – conductual, basada en técnicas psicológicas que mejoran las habilidades físicas y mentales.
2. Medicamentos que reduzcan los efectos de los tics, para que el paciente pueda desarrollar una vida lo más normal posible.
Las personas que sufren este tipo de trastorno suelen padecer además, otra serie de consecuencias que también afectan a su vida diaria. Pensar constantemente en los tics hace que estos pacientes:
– No pongan atención a otras cosas importantes.
– Padezcan de cansancio y fatiga.
– Tengan problemas para leer, conducir, etc.
– Sufran discriminación social.
Todas las actividades psicológicas orientadas a disminuir este problema han de ser tranquilas y progresivas, ya que el exceso de entusiasmo puede provocar resultados indeseados que agraven aún más este problema. Lo que nunca se debe hacer es intentar corregir a un amigo o familiar que padezca este síndrome. Lo mejor es dejar que se expresen y se comuniquen a su ritmo.




Diagnostico y Causa


Diagnostico
(National Institute of Mental Health) Los médicos diagnostican el síndrome de Tourette luego de asegurarse que el paciente ha padecido de tics vocales o motores durante por lo menos un año. La existencia de otras condiciones neurológicas o siquiátricas también puede ayudar a los médicos a hacer el diagnóstico. Los tics más comunes rara vez son mal diagnosticados por médicos competentes. Sin embargo, la presencia de síntomas atípicos o la presentación atípica de síntomas (por ejemplo, la aparición de síntomas en la edad adulta), podrían requerir de la ayuda de especialistas para lograr un diagnóstico. El diagnóstico generalmente no requiere de exámenes de sangre o de laboratorio sino de estudios utilizando técnicas de diagnóstico por imagen, tales como la resonancia nuclear magnética, la tomografía computarizada y el electroencefalograma, además de ciertos exámenes de sangre que pueden utilizarse para descartar la existencia de otras condiciones médicas que podrían confundirse con el síndrome de Tourette.
No es infrecuente que los pacientes sean diagnosticados oficialmente con el síndrome de Tourette sólo después de haber presentado síntomas durante mucho tiempo. Esto obedece a muchas razones. Para los familiares y los médicos que no conocen bien el síndrome de Tourette, los síntomas como los tics leves e incluso los moderados pueden considerarse como irrelevantes, como parte de una fase de crecimiento o como resultado de alguna otra condición médica. Por ejemplo, algunos padres pueden pensar que el parpadeo de ojos está relacionado con problemas de la vista o que el olfateo es producido por alergias en ciertas estaciones del año. Algunos pacientes logran auto-diagnosticarse después de que ellos, sus padres, sus parientes o sus amigos leen o escuchan información sobre el síndrome de Tourette.
Estos incluyen trastornos de movimientos involuntarios que se inician en la niñez, tales como la distonia, o trastornos siquiátricas caracterizados por comportamientos o movimientos repetitivos (por ejemplo, el comportamiento estereotipado del autismo y el comportamiento compulsivo del trastorno obsesivo-compulsivo).

Causas
Según (Natalia Bermejo Rubio en el año 2018) la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, lóbulos frontales y corteza cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome de Tourette, la causa del trastorno seguramente es igualmente compleja.
Se sabe que este trastorno es hereditario y que una persona con el síndrome tiene un 50% de posibilidades de transmitírselo a uno de sus hijos, aunque heredar la predisposición genética no significa padecer todos los síntomas de la enfermedad. El hijo o hijos afectados pueden presentar una serie de tics de carácter leve, un comportamiento obsesivo-compulsivo, un déficit de atención sin tics, o podrían incluso no desarrollar ningún síntoma apreciable. En algunos casos no se puede evidenciar la herencia genética y se considera que el trastorno tiene un origen desconocido.





Síntomas


Síntomas
Según el (Instituto Nacional de Neurología en el año 2012) Los tics se clasifican como simples o complejos. Los tics motores simples son movimientos súbitos, breves y repetitivos que involucran a un número limitado de grupos musculares. Algunos de los tics simples más comunes incluyen el parpadeo de los ojos y otros movimientos de los ojos, muecas faciales, encogimiento de los hombros, y sacudidas de la cabeza y el hombro. Las vocalizaciones simples pueden incluir aclararse la garganta repetidamente, el olfateo o gruñidos. Los tics complejos son patrones de movimientos diferenciados y coordinados que involucran a diversos grupos musculares. Los tics motores complejos pueden incluir las muecas faciales combinadas con una torsión de la cabeza y un encogimiento del hombro. Otros tics motores complejos pueden parecer realmente intencionales, incluyendo olfatear o tocar objetos, brincar, saltar, doblarse o contorsionarse.
 Los tics vocales simples pueden ser aclararse la garganta, olfatear/ resoplar, gruñir o ladrar. Los tics vocales más complejos incluyen palabras o frases. Probablemente los tics más dramáticos y discapacitantes incluyen movimientos motores que producen daño auto-infligido como golpearse uno mismo en la cara o tics vocales que incluyen coprolalia (balbucear palabras socialmente inapropiadas tales como decir palabrotas) o ecolalia (repetir las palabras o frases de los demás). Sin embargo, la coprolalia solamente está presente en un pequeño número (10 a 15%) de individuos con Síndrome de Tourette. Algunos tics están 3 precedidos por una urgencia o sensación en el grupo muscular afectado, comúnmente llamado urgencia premonitoria. Algunas personas con este Síndrome describirán la necesidad de completar un tic de una cierta manera o un cierto número de veces con el fin de aliviar la urgencia o disminuir la sensación.
A menudo los tics empeoran con la excitación o la ansiedad y mejoran durante actividades calmas y enfocadas. Ciertas experiencias físicas pueden desencadenar o empeorar los tics, por ejemplo los cuellos ajustados pueden desencadenar tics en el cuello, o escuchar a otra persona olfatear o aclararse la garganta puede desencadenar sonidos similares. Los tics no desaparecen durante el sueño pero a menudo disminuyen significativamente.